Yo: me pongo a pensar en el concepto del día, y mirando a mi alrededor, hay mucha gente que vive su vida sin ninguna base o fundamento.
Soy: y en qué te basas para ello?
Yo: me baso en que, si existe tanto incoherencia o desequilibrio en los seres, significa que, además de no estar interesados en buscar su propio equilibrio, no tienen una buena base sobre la cual apoyar su desarrollo. No tienen los fundamentos sólidos para permitirles tener un punto de partida sobre el cual caminar su sendero.
Soy: muy interesante, pero realmente consideras que toda tu vida se ha afirmado en una buena base y buenos fundamentos para sostenerla y seguir el sendero que has venido a transitar?
Yo: pregunta que me resulta bastante complicada de responder tan rápidamente.
Entendería que tengo fundamentos sólidos sobre el cual he seguido mi camino. Pero también mi exigencia me dice que esos fundamentos a veces los he olvidado, no los mantuve presentes en cada paso, y ello significó el haber dejado mi esencia a un lado para buscar encajar y pertenecer, al menos a mi manera, en algún grupo ó lugar. Todas esas veces, muchas ya las hemos hablado, el camino siguió su curso, pero de manera algo incoherente, desequilibrada, y hubo consecuencias de las cuales he aprendido y evolucionado, luego de concientizar y trabajar esas distorsiones.
No todo es perfecto, sigo distorsionado en algunas cosas, pero estoy muy consciente, ó me siento consciente, y no evado ni miro para otro lado. Y esto tiene que ver con tener claro los fundamentos que me hacen sentirme quien soy y cómo soy. Que me hacen ver mi esencia pura, y sobre la cual baso todo lo que hago.
Soy: y en qué se basan esos fundamentos?
Yo: en ser auténtico. En aceptar como soy. En trabajar cada parte de mi ser. En entender que tengo distorsiones y que ellas tienen que ver con lo que he venido a trabajar, y entender por qué distorsiono y cómo tengo que hacer para poder centrarme y buscar con voluntad integrar y trascender cada concepto. Me pasa algo muy interesante hoy día, que es que no siento vergüenza, ni juzgo ni me critico todas aquellas cuestiones que puedan resultar a otros vergonzosas, juzgables ó críticas. Dejando de lado lo bueno ó lo malo, buscando en mi esencia el criterio y equilibrio, hablando contigo, mi ser superior, donde la moral queda a un lado, y donde encuentro respuestas a mis inquietudes, hace que me sienta seguro, tranquilo y en paz conmigo mismo.
Soy: es un trabajo que hacemos en conjunto y del que aprendemos ambos. Es poner la energía, la vibración y el cuerpo, de tu parte, y es aportar la sabiduría, el amor y la voluntad de mi parte, que hacen ese trabajo conjunto, donde el equilibrio está en tu esencia, tu centro
Yo: me hace sentir tranquilo, sereno, y también pleno
Soy: es el resultado de este trabajo continuo. Es día a día. Parece lento. A veces tedioso. Trabajar cada concepto día a día, con la cotidianeidad, las presiones, los problemas diarios, resulta a veces difícil, complicado. Pero cuando tejemos todo, juntamos cada concepto trabajado, y comprendemos el todo, principalmente dialogando entre nosotros, genera, sin darte cuenta, un remolino de emociones, aprendizajes, entendimientos, comprensión y concientización de tu propia realidad aquí y ahora.
Yo: es fuerte. Lo siento. Vibro y ebulle en mí un gozo de solo pensar todo el camino hecho. Y lo bien que me hace.
Soy: porque haces este camino con consciencia y voluntad, indispensables para lograr la coherencia y el equilibrio del ser.
Los invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser
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