Soy: poner la intención
Yo: un concepto muy interesante, que tiene distintas aristas de enfoque.
Soy: a ver por qué lo dices
Yo: Por un lado, está el tema que, cuando hablamos, expresamos lo que pensamos, hay una intención que resulta de lo dicho. Por ejemplo, si necesitamos expresar un sentimiento de amor, al decir “te amo” estoy plasmando en palabras la intención del sentimiento. Ahora bien, no siempre la intención está en directa relación a cosas buenas o positivas para otros.
Soy: por ejemplo
Yo: cuando hablo con la total idea de manipular al otro. O sea, como te amo, tienes que actuar de determinada forma.
Soy: muy usado por aquellos que buscan todo el tiempo apoderarse de las masas. Pero bien sabes que cuando hablamos de intención nos intentamos enfocar en todo aquello que un ser debe hacer para, por ejemplo, poder trabajar cada concepto, día a día, en este camino del conocimiento del ser.
Yo: si, es la forma más agradable de trabajar el concepto del día, al menos desde mi perspectiva.
Soy: y pones la intención de trabajar cada concepto?
Yo la intención la pongo, aunque no siempre parece coincidir mi intención con lo que realmente sucede.
Soy: explícate
Yo: bueno, tengo cada mañana, luego de mi meditación, de poner la intención de vivir el día de la mejor manera, de buena forma, disfrutando cada momento, siendo centrado y equilibrado en cada acción realizada, coherente en mi pensamiento y estando en plena consciencia durante todo el día
Soy: y no siempre la cosa sale tan bonita a la intención puesta
Yo: exactamente. La intención está. Ahora bien, no siempre coincide la intención con lo que realmente sucede.
Soy: entiendo que allí está el problema.
Yo: dónde?
Soy: en la error de poner la intención.
Yo: cómo?
Soy: Estás poniendo la intención de que tu día sea perfecto. Es decir, vivir el día de la mejor manera, para tu pensamiento significa que todo salga bien, que no tengas problemas, que el tren arribe en horario y que no lo pierdas, que nadie te traiga problemas, que el sol brille y que no pase nada que te saque de ese momento perfecto. Que seas centrado y equilibrado en cada acción, también resulta algo idílico en tu pensamiento, pues cualquiera de todo lo que dije anteriormente, si no sale tal como lo has pensado, seguramente te desequilibra y te saca de tu centro, por lo que posiblemente no acciones tan coherentemente y podrías sumergirte en un estado de inconsciencia momentáneo que también termina siendo diferente a la intención puesta.
Yo: mmm. Sí, es así.
Soy: quizá el tema radica en donde pones la intención.
Yo: entiendo. Está mal utilizado el concepto.
Soy: tal cual. Cada mañana, la intención es trabajar los conceptos. No tener un día perfecto. Los días perfectos no existen, conociendo el grado de energía virginiana que todavía circula por tu cuerpo.
Yo: jaja. Sí, lo estricto y rígido está allí, aunque mucho menos, lo sabes
Soy: por supuesto. Como si fuera tú. Pero entiendes también que la intención, como toda herramienta, debe ser bien utilizada. De lo contrario, derrochas energía que debieras utilizar para otros conceptos.
Yo: es cierto. De esta forma, poniendo la intención de accionar en coherencia, en equilibrio y en consciencia de mis actos, no importa lo que ocurra, termina siendo la manera correcta de aplicar este concepto. Caso contrario, no me daría resultado.
Soy: exactamente. Porque la intención debe estar en lo que puedes hacer tú, y no lo que ocurra a tu alrededor, pues eso no lo puedes ni controlar ni intencionar.
Yo: increíble. Pensé que estaba haciendo todo bien, pero aprendí algo más charlando contigo.
Soy: me alegra que así sea. Significa que todavía hay mucho por dialogar y aprender en este, tu sendero de vida.
Invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser
El Arbol de la Vida - Tercer Ciclo 