Soy: estás cómodo?
Yo: tengo que pensarlo bien. No quiero darte una respuesta cualquiera cuando este concepto me resulta no tan sencillo de ubicarlo donde deba.
Soy: siempre que parta de tu esencia, estará ubicado correctamente.
Yo: lo que me lleva a trabajarlo, pues no tengo claro si parte de mi esencia ó de mis patrones, mi entorno y todo lo que pueda desvirtuarlo.
Soy: cuenta
Yo: el concepto de comodidad, como muchos otros, lo dualizo. Por un lado, lo comprendo como algo personal, de estar y sentirme cómodo en lo que hago, pienso, ejecuto, así como en el lugar que ocupo, donde vivo, cómo vivo, y desde ese lado, aparecen otros conceptos, que los hemos visto, como el de la riqueza, la seguridad, necesarios en mi caso, para poder conseguir esa comodidad de la que estoy hablando. Luego, aparece el concepto de comodidad relacionada al uso que otros pueden hacer ante determinadas situaciones, aprovechando y utilizando ciertos artilugios para dejar de hacer cosas que debieran hacer y dejándolas al arbitrio de otros, por pura comodidad. Esa parte nunca me ha gustado.
Soy: aunque también lo has utilizado para beneficio propio.
Yo: si. Aún así no me gusta.
Soy: vayamos por esto último. Y qué acción has tomado al respecto?
Yo: a ver. Las veces que utilicé a la comodidad como herramienta de aprovechamiento, siempre apliqué la técnica de encontrarle por razonamiento la perfecta excusa del porqué lo había hecho de esta forma. Por ejemplo, tengo un amigo que solía usar vasos, cubiertos, que luego dejaba en la pileta de la cocina sin lavar, en la oficina, y los dejaba uno, dos, tres días allí sin hacer nada.
Soy: y sentías cómo ver cada día más trastos sucios te ponía del tomate, como dicen en tu país.
Yo: me volvía loco!! Yo, que me sirvo algo y cuando termino, voy, lo lavo y lo dejo en el lugar que corresponde, solo por consideración al resto, siempre me resultó una falta de respeto no hacerlo.
Soy: y con todo tu bagaje de aprendizajes en este sendero de vida, acumulabas, hasta que explotabas, y tus comentarios irónicos y muy hirientes, terminaban incomodando al ejecutor de semejante osadía, pero muchas veces terminabas lavando todo para dejarlo limpio.
Yo: y allí entraba mi bronca de la comodidad de él, que obviamente le molestaba lo que le decía, un par de días hacía su trabajo, pero luego volvía a lo mismo.
Soy: otra perspectiva, otra forma de ver las cosas, donde el aseo al momento no era lo que consideraba importante, y donde no consideraba que debía ser una molestia para el resto.
Yo: allí radicaba la cuestión. Cuando no se ve que sea un problema, por no considerarlo, por no observar la situación, no ver el entorno, lo entiendo. Ahora bien, cuando el tema es que ya se habla, se sabe lo que el otro piensa, el no hacerlo ya me parece una tomada de pelo.
Soy: perspectiva muy extremista. Puede entenderlo, puede ver que te molesta, pero, por qué hacer exactamente lo que tú dices? Si a él no le molesta. No deberías trabajar tú ese problema?
Yo: entiendo lo debiéramos trabajar los dos. Yo, por la molestia. El´, por lo sucio de dejar las cosas dos o tres días en la pileta sin lavar.
Soy: es coherente. Pero sabes que debes trabajar lo tuyo, no obligar a otro a que trabaje porque tú así lo considerar justo y coherente.
Yo: si, por supuesto. Pero entra el tema de las relaciones con otros lo que hace que se mezclen los sentimientos, y obviamente, allí suele estar la raíz de muchos de los problemas que no podemos ni controlar cómo resolverlos, pues no impera solamente la propia perspectiva, sino que hay muchas más, y la negociación, que muchas veces se da con personas que están en un momento de desequilibrio ó incoherencia, y por lo tanto, todo se hace mucho más difícil.
Soy: y se agrega el tema de cuàn importante resulta resolver un tema para las partes. Quizá para ti es muy importante tener la cocina limpia, mientras que para otro, no lo es.
Yo: sí, Y allí entra la preponderancia de lo importante y quién tiene más influencia, poder, o lo que sea, para obtener una satisfacción personal.
Soy: y aumentar la propia comodidad sobre la del otro.
Yo: qué buen punto! Obviamente que para mí, tener todo limpio y ordenado es sinónimo de comodidad. Quizá para él, limpiar una vez por semana los trastos de la cocina es su percepción de la comodidad perfecta. Pero, entre medio, está la comodidad mutua ante la situación de la interacción diaria de ambos.
Soy: la gran cuestión es, cómo resulta hoy día este tema?
Yo: a veces encuentro algo que está para lavar y lo limpio. La mayor parte de las veces, él lava sus cosas cuando termina ó al día siguiente temprano. Pero ya no hablamos ni nos molestamos al respecto. Aunque no quiera decir que si algún día quedan varias cosas que usó donde siempre, le pueda decir si las limpia…
Soy: te sigue molestando que queden allí sin lavar?
Yo: un poco. Pero no me irrita.
Soy: es un progreso. Sabes que debes continuar trabajando el tema?
Yo: por supuesto. Para ello hago todo esto cada día
Soy: perfecto! Pues, forma parte de la comodidad de tu esencia.
Invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser