Soy: hablamos de los músculos. Tienes músculos?
Yo: jaja! Los tengo en algún lado.
Soy: los tienes en todo el cuerpo.
Yo: me refería más a la comparación que hago de mi cuerpo con el de aquellos que viven en el gimnasio, y son extremadamente musculosos. No es mi caso.
Soy: pero vas al gimnasio, y varias veces a la semana.
Yo: sí, lo hago. Pero no con la intención de parecerme a Arnold, sino más bien para mantener los músculos de mi cuerpo en movimiento y trabajarlos un poco. Tampoco el extremo.
Soy: tu lado virginiano te hace trabajar prolijamente y planificadamente el cuerpo, con los ejercicios que el profesor te indica, y tu lado acuariano te dice que rompas con el patrón de ejercitar y hagas cosas menos cansadoras.
Yo: es así. Hay veces que voy al gym sin ganas. Y cuando estoy haciendo mi rutina, sabes que en alguna de ellas comienzo a pensar toda clase de improperios y me digo para qué miércoles estoy haciendo eso.
Soy: y qué te respondes?
Yo: que estoy haciendo eso para trabajar mis músculos, para que sigan jóvenes, para que el cuerpo que tengo puesto tenga las mejores opciones de salud, y para descargar tensiones y sentirme mejor.
Soy: y ocurre esto?
Yo: definitivamente sí. Termino de hacer mi rutina, y salgo renovado, bien, descargado, tranquilo, feliz. Me hace muy bien.
Soy: pero aun así hay momentos que no quieres ejercitar.
Yo: viene de lejos. Creo que hay un cierto patrón familiar, sobre todo de mi madre, de evitar el movimiento extremo. O no tan extremo. Pero, también está el lado paterno, que siempre hizo ejercicio, sobre todo deporte, y entre ellos, el basquetbol. Que hace que tenga esta parte de querer ejercitar.
Soy: y no te olvides de tu voluntad, que por más que no tengas ganas de ir, te hace ir igual.
Yo: sin duda. Debo decir que estoy muy enfocado en este tema de la importancia de poder mantener una rutina periódica de ejercicios, y mi cuerpo y mis músculos, se que lo agradecen.
Soy: yendo al tema del día, hablemos de tus problemas musculares
Yo: intentando hurgar en el pasado y en lo que hago actualmente, debo decir que no recuerdo haber tenido problemas musculares. Dentro de todas las afecciones que he tenido, la muscular no está en el detalle
Soy: si hablamos de ellos, los músculos son órganos formados por tejidos que aseguran las funciones de movimiento al contraerse a voluntad del individuo. También hacen posible el movimiento de las extremidades, por lo que todo problema muscular indica una falta de motivación y sobre todo una falta de voluntad para ir hacia donde la persona desea. Los músculos están controlados por la fuerza mental; es la vida, la potencia y la fuerza de nuestros huesos. Es el reflejo de lo que somos, creemos y pensamos transformarnos en la vida. Los músculos representan el esfuerzo por dar y el trabajo por hacer para seguir adelante. Los músculos, que corresponden a mi energía mental, son necesarios para mover, pasar a la acción.
Yo: enfocándome en lo que indicas, no siento haber tenido falta de motivación para hacer mis cosas. Y cuando las hubo, cambié lo que estaba haciendo o el Universo me hizo cambiar lo que estaba haciendo. Mi fuerza mental es mucha, lo sabes, y creo que por allí podría pasar la causa por la cual no tengo problemas musculares.
Soy: es así. La relación fuerza mental y músculos es muy fuerte, lo que no quiere decir que no puedas tener igualmente algún que otro problema muscular. Pero es más sencillo trabajarlo. Igualmente, mantener una disciplina de ejercicios siempre va a ser positivo para tu cuerpo.
Yo: así lo siento. Y por ello sigo ejercitando
Soy: el ejercicio de tu cuerpo, tu alma y tu espíritu es fundamental para buscar el equilibrio en tu sendero de vida.
Invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser