Soy: eres bipolar?
Yo: no
Soy: eres esquizofrénico?
Yo: no
Soy: cómo lo sabes?
Yo: teniendo una compañera que me conoce bien, y que además es psicóloga de profesión, confío en lo que ella me ha dicho: no soy ni bipolar ni esquizofrénico. Sino un neurótico de pura cepa.
Soy: de pura cepa?
Yo: tengo los rasgos neuróticos bien definidos. No hay duda de ello. No porque lo haya estudiado y lo tenga claro yo, sino por lo que me ha estudiado ella y la conclusión que tuvo, jaja! Es un chiste!
Soy: lo sé. No para ella, que no le gustan este tipo de chistes, pero un poco de gracia no le hace mal a nadie! Sobre todo tratándose de ti mismo.
Yo: por supuesto. Pero, yendo al tema del día, obviamente que la perspectiva de bipolaridad tomada desde el concepto que todos tenemos dos polos por donde la energía fluye, no hay duda que todos somos bipolares.
Soy: es así. Y cómo fluye tu energía en esa bipolaridad?
Yo: entiendo que la mayor parte del tiempo de una manera armónica, desde mi perspectiva. Mi propósito es ese. Siento que funciono mucho mejor cuando la energía fluye sin grandes picos de flujo. Cuando ello ocurre, mi cuerpo no lo resiste fácilmente. Y trato de escucharlo. Busco que mi cuerpo esté lo más perfecto posible. Me preocupa mucho más que mi cuerpo esté bien a que mi mente esté bien. De hecho, sé que mi mente puede ir y volver, imaginar, ver millones de situaciones, idear, hacer todo lo que quiera. Pero mi cuerpo es más sensible, y cuando la energía no fluye armónicamente, termino con tremendos dolores de cabeza, cierre de estómago, y cuando ocurre, me doy cuenta de que la energía se disparó, o se bloqueó internamente. Y me siento desequilibrado.
Soy: has entrado en un proceso en el cual estás conociendo profundamente cada parte de tu ser. Le encuentras razón y sentido a las cosas que te ocurren. Intuyes y sientes ese flujo energético por todo tu cuerpo. Y percibes el más mínimo cambio en él. Lo honras, lo cuidas, y cada exposición que tu cuerpo hace, mostrándote que algunas de tus acciones no le hacen bien, te lo demuestra y lo ves rápidamente. Y lo bueno de todo es que eres consciente de ello.
Yo: y en ese momento, mi propio pensamiento se detiene y comprende que algo incoherente he hecho, pido las disculpas del caso y pongo la intención y la voluntad de modificar mi actitud. Y mi cuerpo rápidamente se recupera. No es siempre que todo esto ocurre, pero lo que sí sé es que cada vez es más frecuente.
Soy: tus polos funcionan bien entonces.
Yo: intento tenerlos activos y en equilibrio para que así sea
Soy: y con tu voluntad, todo es posible.
Invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser