Soy: te sientes un comunicador?
Yo: uy, qué difícil. Pues creo que no.
Soy: por qué sientes eso?
Yo: porque, a pesar que sentir que tengo toda la verborragia para hablar bien, con un espectro amplio de vocabulario, de conocimientos básicos, de aprender todo el tiempo, a pesar de todo ello, no siento el poder llegar a los otros como supongo debiera ser.
Soy: y te sientes responsable por ello
Yo: obviamente. No poder comprender a otro, y no poder el otro comprenderme, en gran parte, obedece a que no estoy haciendo algo bien.
Soy: partimos de la base que hacer las cosas bien o mal están en directa relación con la perspectiva desde donde se mire. Y que no comprendas al otro o no te comprendan a ti dependen de infinidad de factores, que no pueden generalizarse. Por caso, si hablan idiomas diferentes, difícilmente se comprendan.
Yo: sí, por supuesto. Igualmente, me refiero a quienes están alrededor mio, incluso mi núcleo más intimo, que es el que más conozco y comprendo. Aún así, no siempre todo es tan fluido.
Soy: por supuesto que no, cada uno es diferente, con diferentes perspectivas, diferentes energías, diferentes vibraciones. Todo es diferente. No hay nadie, pero nadie, igual a otro. También lo sabes.
Yo: a veces me olvido. Y allí aparecen la incomunicación.
Soy: no hay que exigirse tampoco. No puedes estar pendiente todo el tiempo de todo. Eres humano al fin. Debes errar para aprender. Debes experimentar para luego saber qué eres y qué no. Qué te hace bien y qué te genera problemas. Qué te permite comunicarte con los demás y qué no.
Yo: siento que el poder hablar de manera correcta, sin mucho énfasis, con tono tranquilo, es lo que más me resulta para comunicarme correctamente. El problema que tengo es que no lo hago todo el tiempo.
Soy; y eso es porque…
Yo: por mi impulsividad. Me brota el hablar con todo cortante, como enfadado, aún cuando no lo estoy. El tema de marcar determinadas palabras más fuerte que otras, para darle la importancia necesaria, hace que sientan que los estoy retando o que estoy enojado. Horrible.
Soy: y qué haces al respecto?
Yo: cuando me doy cuenta, o me lo dicen, respiro, me doy un segundo, y me pongo a hablar en un tono más suave, sin enfatizar ni gestualizar en demasía. Y el resultado suele ser fantástico!
Soy; y por qué no lo haces más seguido?
Yo: a veces pienso que es porque mi esencia no es así.
Soy: y por qué piensas eso?
Yo: tengo arraigado muy profundamente el tema combativo. Me siento cómodo con eso. No puedo decir el por qué siento que siempre he sido así. En mis vidas pasadas, seguro fui muy combativo. Debo haber experimentado situaciones en las que pasé muy profundamente por ello. Cuando leí el Gita, lo primero que me pasó es sentir ser Arjuna, ese Ksatriya combativo que era amigo de Krishna y el cual basaba toda su vida en ser combatiente.
Soy: todo es posible mi amigo. Pero lo seguro de tu locución es, que ese aspecto, es el que has venido a trabajar en este sendero para integrarlo de una buena vez, luego de tantas vidas, e intentar trascenderlo para continuar tu camino.
Invito a todos a ver el video de Matías con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser
El Arbol de la Vida - Tercer Ciclo 