Soy: cómo fluyen las aguas del río de tu ser?
Yo: lo identifico, como todo río, fluyendo en ciertas ocasiones muy tranquilo, en otras con bastante turbulencia, algún que otro remolino, a veces desbordando sus márgenes, a veces con poca agua. En fin, dependiendo el momento y circunstancia en la que esté y me ubique en ellos, quedará definido de una forma particular.
Soy: pero siempre siendo el río y fluyendo.
Yo: alguna vez he creado una represa que fue llenando ese lago que, por un tiempo, parecía controlado, y luego, repentinamente rompió sus murallas para derramar todo lo que había acumulado.
Soy: y fue cuando ese río volvió a encontrar su caudal y a fluir armónicamente como su esencia lo había proyectado.
Yo: sabes que cuando nos ponemos a charlar en estas conversaciones, con cada concepto del día, siempre voy hacia el lado de encontrar lo bueno a todo lo que me pasa y hago. Me hace sentir tranquilo, que estoy en el camino correcto, que estoy siguiendo el sendero como debe ser, y que no estoy desviándome de ese camino perfecto e inmaculado que he trazado para mí.
Soy: y esto ocurre por miedo, comodidad, seguridad?
Yo: tres palabras que encajan con el cúmulo de sentimientos que aparecen al expresar mis sentimientos.
Soy: y cuáles serían esas causas?
Yo: a ver. Miedo, porque todo aquello que se sale de lo que planifico puede tener una consecuencia no querida. Yendo al fondo de la cuestión, si estoy trabajando este sendero de autoconocimiento y sanación de mi historia, de aumentar mi vibración y evolucionar espiritualmente y emocionalmente todo mi ser, el buscar el equilibrio y la coherencia es mi propósito, y no poder cumplir con ello termina acrecentando el temor a fallar, a no poder llegar a cumplirlo, y con consecuencias impensadas. Por comodidad, pues al hacer lo que corresponde, menos problemas aparecerán y tendré y mi sendero fluirá plácidamente, sin sobresaltos. Con esto último, la seguridad siempre está presente en mi camino. Cuanto más inseguro me siento y estoy, menos cómodo y más temeroso de lo que pueda ocurrir.
Soy: Y allí comienza la bravura de ese río que sientes no fluye como tu esencia lo dicta. Pero tu esencia, mi amigo, no es tan calma y tranquila como buscas mostrarla. Ebulle, explota algunas veces, se apacigua otras, es flexible, o rígida, crea, juega, vibra, busca experimentar. Y de pronto se encuentra con las emociones bien marcadas por la energía virginiana, la acuariana, y por esa mezcla única de energías de cada signo que forma tu personalidad, y donde ambos deben compartir y reconocer que deben transitar esta parte del camino siendo uno.
Yo: allí es donde me pierdo. Mi esencia ha recorrido muchos senderos, muchas vidas pasadas, donde no solo aparece lo vivido en ellas, sino que arrastra lo propiamente vivido por mis antepasados y que mis células registran. Salvo pequeñas claves que he podido registrar de mis antepasados, nada conozco de ellos ni de esas otras vidas que viví. No tengo memorias pasadas. Vivo el aquí y ahora, y no sabría cómo poder ayudar a resolver temas pendientes, que debo trabajar para trascenderlos.
Soy: creo que estás confundiendo lo que otros transitan en sus propios senderos, con lo que tú debes transitar en el tuyo propio. No se necesita conocer lo que has hecho en otras vidas. Eso ayuda poco en tu camino. De qué te sirve saber que en otra vida no has podido hacer tal o cual cosa, si al fin y al cabo el Universo, en caso de no haberlo resuelto, te lo traerá nuevamente en este camino, bajo tu persona aquí y ahora? No vas a resolverle a tu otro yo en otra vida o dimensión ese problema en particular, vas a resolver aquí y ahora el problema que te aqueja y solamente si puedes verlo aquí y ahora, puedes integrarlo y trascenderlo. Puede que te ayude a ver desde otra perspectiva lo que te ha pasado en esa otra vida, pero si no eres capaz de integrarlo y trascenderlo hoy, en la situación que te está pasando aquí y ahora, de nada te sirve recordarlo.
Yo: lo entiendo. Sería una pérdida de tiempo quedarme en lo que me pasó en otras vidas, o lo que le pasó a mis antepasados, si no soy capaz de ver y trabajar lo que me pasa a mí aquí y ahora.
Soy: por supuesto que todo ayuda a abrir los ojos. Pero más ayuda el poder vivir cada día en consciencia y equilibrio del ser. Es así, con mucho amor y voluntad, que puedes comprender lo que está ocurriendo, percibirlo desde tu esencia, y trabajarlo en consecuencia.
Yo: y el río fluirá
Soy: abriendo camino hacia donde deba ir

Invito a todos a ver el video de Matias con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser