El agua de mares y océanos está compuesta por una enorme cantidad de elementos químicos conocidos, muchos minerales derivados de la corteza terrestre y de sales orgánicas que provienen de restos de animales y plantas, en diferentes proporciones, que configuran ese sabor salado que tiene. Contiene también gases disueltos, como son el hidrógeno y el oxígeno, que hacen posible que exista la vida.
El agua que se encuentra en los mares y océanos tiene una vital importancia para el desarrollo humano. No solo es el ecosistema donde habitan las especies que son nuestro alimento, también es una fuente de recursos minerales que sirven a la industria.
Los océanos también tienen un papel muy importante en el equilibrio natural del planeta ya que influyen en la redistribución del frío y el calor. Interactúan con la atmósfera en un intercambio constante de gases entre el aire y el agua, de manera que, la mitad del oxígeno presente en la atmósfera se genera gracias al fitoplancton marino. De igual modo el agua de lluvia es agua que se ha evaporado desde los océanos.
La propiedad física más notable del agua de mar es, sin duda, la temperatura, como la propiedad química más relevante es la salinidad. Ambas propiedades son las que determinan la densidad del agua. Aunque no son las únicas propiedades interesantes del agua de mar. Resulta de gran interés biológico conocer cómo se propagan la luz y el sonido en el océano, o el color de las aguas, el grado de acidez, la clorinidad y el contenido de materia orgánica.
Las propiedades térmicas del agua marina dependen del calor que absorbe de las radiaciones solares, y de la cantidad de calor que regresa del mar a la atmósfera. La temperatura del agua de mar se sitúa entre -2ºC (aguas polares) y 37º (en el mar Rojo). El rango de temperaturas en tierra es mayor y abarca desde los -68ºC (en Siberia) hasta los 56ºC (alcanzados en el Valle de la Muerte, California). De este modo se aprecia el gran poder termo-estabilizante del mar, debido a que, en realidad, el aire, la tierra y las formaciones rocosas del planeta se calientan muchísimo más rápido y de forma mucho más fácil que el agua. Y lo mismo sucede para enfriarse. Por ello, los océanos son unos excelentes moderadores de la temperatura. En una ciudad costera si nos acercamos al mar durante el día, notamos que la sensación térmica es más fresca y agradable, mientras que alejándose de la costa es más calurosa. Durante la noche pasa exactamente lo contrario. Todo esto se debe a los procesos de calentamiento y enfriamiento del agua del mar.
Invito a todos a leer el post de Matias con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a reflexionar sobre el concepto del día. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser