Soy: por qué el mar en el que estamos es tan calmo?
Yo: será porque estoy en paz conmigo mismo y con mi entorno.
Soy: no has puesto el signo de exclamación al final de tu oración.
Yo: por supuesto no es necesario. Lo digo con plena seguridad.
Soy: y por qué tan seguro?
Yo: porque ya estamos trabajando tanto todo mi ser, que puedo sentir cada palabra que digo, la cual siento. Y estoy en equilibrio. Sabes que hemos transitado por mares turbulentos en algunos posteos y temas tratados, pero este es el momento de poder ir recolectando algunos pequeños frutos de todo lo sembrado, y que están apareciendo y creciendo por allí, dentro de mi ser.
Soy: siempre has intentado darle un cierre acorde al ciclo que está terminando.
Yo: cada vez más, siento que darle un cierre lindo, agradable, tranquilo, reconociendo todo lo hecho, y disfrutando cada segundo de los últimos momentos, me completa. Busco honrar lo que estoy haciendo, no después, sino durante los pasos finales. Y así estoy yo ahora.
Soy: lo que no deja de molestarte ciertas cosas.
Yo: a ver, soy una persona normal que tiene sus propias locuras, su propio carácter y sus propios desvíos. No siento aparentar ser perfecto. Y busco mostrar lo que mi esencia dicta. Y hoy estoy en paz.
Soy: estás en el mar. Ya no es solo tu interior. Te relacionas, te abres a los demás. No es algo sencillo para ti.
Yo: no lo era. Hoy día, después de escribir todo un año lo que sentía, cada concepto, cada percepción propia, y no quedándome solo en escribirlo, sino tenerlo presente esas conversaciones en cada momento que transitaba, me hizo profundizar mucho más mi propio camino.
Soy: sabes que este segundo año realmente te sirvió para evolucionar.
Yo: el primer año solo fue un espectador de alguien que trabajó su camino y mostró sus problemas, su esencia y dio el puntapié para que en mi caso encuentre una razón para poder hacer lo mismo que él, pero desde mi perspectiva y trabajo interior. Entiendo me diferencié del resto de quienes estaban allí escuchándolo y siguiéndolo, en que decidí continuar mi camino propio, tal lo que aconsejaba siempre en sus posts, pero que también percibía nadie lo hacía o iba a hacer. Incluso tengo esa vaga sensación que ni él podía pensar en que alguien pudiera hacer su propio camino tan conscientemente como el que terminé haciendo.
Soy: pero ese no es el caso. No lo hacías para demostrarle nada a nadie.
Yo: a ver. A alguien sí le debía demostrar.
Soy: a quién?
Yo: a ti. Empecé a conocerte más profundamente en ese primer año. Gracias a las pequeñas conversaciones, a los dibujos, a los listados, a las ideas, pensamientos que debíamos trabajar.
Soy: y tomaste la decisión de comprometerte y poner tu voluntad para seguir cada día conversando conmigo.
Yo: y muchas veces fui un torbellino e impiadoso con muchos seres humanos.
Soy: los políticos, los líderes, los iluminados que se creen dioses, los manipuladores de masas, y sigo contando…
Yo: todos ellos, y algunos más, creo, jaja
Soy: y qué piensas hoy día de todos ellos? Cambió en algo tu percepción?
Yo: puedo comprender un poco más la perspectiva de cada uno, intento ver la parte que me permite completar todos los aspectos del ser, entiendo que cada ser humano es único y tiene mucho por trabajar e integrar, y he dejado de juzgar la actitud de los demás. Dicho esto, sigo manteniendo mi equilibrio del ser, y lo que digo, es lo que pienso, y actúo en consecuencia.
Soy: y qué opinas de todos aquellos que te hacían sentir en desequilibrio?
Yo: opino exactamente lo mismo. Es decir, los políticos siguen haciendo sus tretas y destruyendo la confianza que la gente deposita en ellos. Los iluminados que se creen dioses no son más que chantas que lucran con la fe de los que buscan una salvación quién sabe de qué, y los manipuladores de masas, resultan ser seres tan destructivos de seres como los propios políticos. El problema, como siempre, no está en ellos, sino en los seres humanos que los vivan y siguen de manera enceguecida.
Soy: noto, al menos, que cuando escribes no aparece un terremoto emocional como ocurría antes.
Yo: por eso esto de estar en un mar en calma. No juzgo ni a quienes manipulan ni a quienes se dejan manipular. Percibo que ocurre, sí. Y pongo este blog, por ejemplo, a que cada uno piense en su propio camino y no se deje manipular por nadie. No es necesario que así sea.
Soy: naveguemos entonces por el mar de la tranquilidad esperando llegar al profundo océano.

Invito a todos a ver el video de Matias con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser