Soy: hemos dejado el mar para estar en el océano profundo
Yo: nunca estuve en el océano profundo. Lo he volado infinidad de veces, en los viajes intercontinentales, y he podido sobrevolar a todos ellos, desde los tres más grandes, el Atlántico, el Pacífico y el Indico, así como el Artico y el Antártico, volando en rutas transpolares, así que, al menos desde arriba, los he visto
Soy: pero no desde el fondo
Yo: por supuesto que no. He respetado siempre al mar y al océano, y para mí ello es algo total y completamente desconocido. Debo decir que el respeto es tal que hasta podríamos decir que es temor. No me hace sentir seguro
Soy: y obviamente, el océano de tu ser es igual. Y la inseguridad te trae poca tranquilidad, y por tanto, no poder actuar en coherencia y equilibrio. Entonces, cómo poder trabajar lo que puede brotar de tu océano personal?
Yo: que buena pregunta y complicada, a la vez. Realmente no lo se. Estimo que el haber podido trabajar todo aquello que estaba es la superficie de mi ser, fácilmente visible, es lo que he podido trabajar en este sendero, más alguna que otra cuestión que estaba allí en el subconsciente, pero queriendo emerger. De esta forma, tanto la práctica como la concientización de situaciones específicas, me han permitido trabajar, integrar y sanar muchas cuestiones que aparecieron y estaban allí para que pueda hacerlo.
Soy: por supuesto que esta práctica te ayudará a transitar de mejor manera y a consciencia lo nuevo que debas trabajar de las profundidades de tu ser. Hay cientos de trabajos pendientes. Aparecerán todos y cada uno para que puedas seguir evolucionando en tu camino.
Yo: como toda profundidad, oscura, a mucha presión, y totalmente desconocida, me da cierto temor. A veces no quiero ni pensar en ello.
Soy: tu camino debes transitarlo aquí y ahora, por lo tanto, no hay por qué estar pensando en ello. Cada nueva cuestión que debas trabajar, aparecerá en el momento indicado. Ni antes ni después. Por lo tanto, para qué preocuparte o pensar en lo que pueda venir, si ni siquiera sabes de qué se trata? Al menos conscientemente hablando.
Yo: sí, lo entiendo. Sabés qué es lo que realmente me deja tranquilo en relación a lo nuevo que aparezca?
Soy: que?
Yo: que sé que estarás allí para orientarme, para aconsejarme, para tranquilizarme, para apuntalarme, y yo estaré allí para trabajar, poniendo mi voluntad y mis ganas de aprender y dar cada paso en este camino.
Soy: lo doy por sentado.

Invito a todos a ver el video de Matias con el tema del día
Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser