Cancer – Emocional – Plexo: YO SOY VIBRACION DE CONEXIONES

Soy:  estás cómodo en la rama que has formado en este árbol de la vida familiar?

Yo: mira que me ha costado aceptar formar parte de este árbol. Como bien sabes, al principio me he sentido sapo de otro pozo. No entendí qué había venido a hacer en este camino. Me sentía rechazado y sin un panorama claro de qué hacer. A su vez, no veía al núcleo familiar como nada más que contención a la agresión externa. Y luego, a medida que iba creciendo y diferenciándome de ese núcleo, en la época adolescente en el que todo es separación, más entendía que el mandato familiar no era el que quería seguir.

Soy: y toda esa idea de clan familiar se fue desintegrando en tu esencia.

Yo: no lo sentía importante. Prefería la libertad de estar solo. De armar otro tipo de núcleo. Sin esa unión asfixiante. Algo más relajado. Y disfrutar de lo que el resto del mundo podía ofrecer. Este planeta era algo más que Buenos Aires, y sentía tener que vivirlo y disfrutarlo.

Soy: pero a medida que siguió tu camino, comenzaste a entender qué camino habían tenido que hacer tus ancestros. Y comenzaste a ver todo de otra manera.

Yo: empecé a ver a cada uno desde su propia perspectiva. Y comencé a comprender el por qué de muchas cosas que me ocurrían, y cómo había llegado yo hasta aquí.

Soy: y qué has encontrado?

Yo: descubrí historias que resultaron asombrosas. Desde quienes decidieron dejar su tierra natal para venir a un país del otro lado del mundo, sin nada más que la voluntad de comenzar una nueva vida, y dejando a todos sus seres a quienes nunca más volvieron a ver, todo por tener una vida mejor, ha sido admirable.

Soy: personas con ansias de encontrar un nuevo camino, lejos de su propio núcleo familiar.

Yo: pero, cuando llegaron aquí, a Argentina, no hicieron más que blindarse en su propio núcleo que formaron. Volvieron a juntarse, tan unidos como lo estaban en España e Italia. Y cercaban su lugar para sentirse seguros. Ocurrió con cada uno de mis bisabuelos, con ciertas diferencias en sus historias personales.

Soy: cuenta

Yo: mi bisabuela Mariana, por ejemplo, viniendo de una familia muy pobre, y quienes venían de la descendencia indígena brasileña, se casó con un hombre bastante mayor que ella, cuando apenas tenía 14 años. El, le duplicaba la edad, y en el pueblo donde vivía, tenía un almacén de ramos generales. Era una persona importante para el pueblo. Ella había conseguido una vida preciada y había ascendido socialmente como nunca lo hubiese imaginado. Tuvieron varios hijos, pero de repente, mi bisabuelo fallece, y la familia se desintegra. Mariana, aún joven y sin fuerza para mantener a la familia, deja a todas las hijas al cuidado de conocidos, y desaparece del pueblo donde vivía, para irse solo con su pequeño hijo recién nacido, para la provincia de Corrientes, y deja de ver a sus hijas, para formar una nueva familia. Tiene cuatro hijos más con su segundo esposo, y siguió su camino junto a sus hijos, sin tener novedades de aquellos que había dejado hasta muchos años después.

Soy: siempre te has preguntado qué habrá pasado por la cabeza de Mariana para haber tomado semejante decisión.

Yo: y también me pregunté cómo mi abuela Marcela, su hija, tuvo el coraje de buscarla, ya habiendo formado su familia, y perdonarla por haberla dejado a ella y sus hermanas a merced de extraños. Mi abuela vivió sola con sus hermanas desde que tenía unos catorce años, la misma edad de su madre casándose con su padre. Y la historia no fue sencilla para ella tampoco. Ya instalada en la ciudad de Concordia, conoció a quién sería mi abuelo, Ernesto, muy joven, y tuvieron una aventura que seguiría con los años.

Soy: y la historia se repetía. Tu abuelo, de una familia acomodada. Marcela, en cambio, viviendo sola, joven, sin una familia más que sus hermanas tan adolescentes como ella. Y sin una familia bien constituida.

Yo: el papá de mi abuelo también tenía una posición acomodada, hasta había formado parte del partido radical en la ciudad. Había sido concejal. Le gustaba la política, y parte del dinero que tenía lo había perdido por ella. Pero el status social allí estaba presente. Así fue como mi abuela Marcela se enamoró de quién sería mi abuelo, tanto por su galantería como por su imagen, entiendo. Tuvieron el primer hijo sin haberse casado, y no vivían juntos siquiera mientras crecía, hasta que quedó embarazada de mi mamá, y allí sí decidieron vivir juntos. Se casarían luego, para que la familia fuese oficialmente y en papeles, lo que hasta ese momento no lo era. Eso representaba ser juzgados socialmente, y también trajo bastantes problemas personales en los miembros de la familia. Mis abuelos tuvieron tres hijos, mi mamá resultó ser la segunda hija, y estuvieron juntos por más de sesenta años, hasta que primero falleció mi abuelo, en 1999 y seis años después, lo haría mi abuela Marcela. A pesar de todo, formaron un núcleo familiar muy fuerte, y buscaron a su modo, hacer de la familia, lo más importante de sus caminos.

Soy: del lado paterno también tienes otra historia.

Yo: lo ya contado, con mi bisabuela italiana teniendo a mi abuelo una vez arribada a Buenos Aires, desde Italia, y casándose con mi bisabuelo, quién un año después del nacimiento de mi abuelo, se terminan separando. Ella no le perdona, seguramente una infidelidad, ó la historia de dos adolescentes que se habían casado por mandato familiar y no se querían. La cuestión fue que ella jamás le permitió a su hijo, mi abuelo, ver a su padre. Mi abuelo lo termina viendo un par de veces en su vida, una vez, presentándole a mi papá cuando tenía unos cinco ó seis años, pero no mucho más. El se encarga de su madre hasta que ella fallece cuando tenía 86 años, y viviendo en la casa que construyó para vivir con mi abuela Virginia. En su caso, ella ya vivía en Ciudadela, junto a su padre y hermanos, y donde su madre, española al igual que su marido, fallece relativamente joven. Mi bisabuelo Manolo, trabajó en el puerto de la ciudad de Buenos Aires por años, y fue quién instaló a todos sus hijos, cinco en total, a su alrededor. Construyó su casa, y ayudó a mi abuelo a construir la que fuera la casa en la que vivieron junto a mi abuela, una vez casados, y donde tuvieron a sus tres hijos, entre ellos mi padre. Mis abuelos junto a sus hijos vivieron en esa misma casa toda su vida.

Soy: formaron otro núcleo familiar fuerte.

Yo: mis abuelos, y sus tres hijos no se han movido de la casa que construyeron. Cuando los hijos fueron creciendo, siguieron la construcción para que todos siguieran en el mismo lugar. El terreno era grande y tenía el espacio para hacer más viviendas. Así fue como mi papá construyó en el fondo de la casa de mis abuelos, y mi tía Alicia, la menor, arriba. Elsa, la mayor, no se casó y vivió con mis abuelos, hasta que ellos fallecieron, y ella vivió en la casa que fuera de ellos hasta que también falleció en el año 2015. Alicia, en tanto, formó su familia en la casa de arriba. Tuvo tres hijos, y vivió allí hasta que fallece, de repente y siendo aún muy joven, 57 años, en el año 2005.

Soy: un ser muy especial para ti. Con una conexión especial

Yo: sin duda. Y un golpe fuerte siendo tan joven. Su historia también ha sido especial.

Soy: y tus padres, que aún viven en la casa del fondo.

Yo: siguen allí aún hoy día. Ha habido idas y vueltas con la casa. Pero es el día de hoy que siguen allí. No han podido desprenderse del lugar. Es algo que siempre sentí como nocivo. Nunca pude comprender el porqué de quedarse allí. Tanto aferrarse a un lugar nunca lo sentí bueno.

Soy: sabes que es algo que cada uno de ellos debe trabajar.

Yo: sí, lo sé. Pero no lo vivo como algo malo que así piensen o que así sea. Forma parte de su historia, y la necesidad de honrar lo que sus padres han hecho. Sobre todo, del lado de mi padre. Es más fuerte que todo lo que pueda hacer o pensar. Es muy noble, por un lado. Es muy egoísta, por el otro. Pero es su historia. Y me ha permitido poder percibirlo desde su lado. Y lo entiendo.

Soy: vislumbrando las ramas de este árbol maravilloso que me estás comentando, cómo sientes y dónde te ubicas hoy día.

Yo: me ubico en esa rama que se abre paso para encontrar la luz que se necesita para que este árbol siga creciendo. Me siento recibiendo toda la savia que mis ancestros han dejado para que pueda seguir creciendo. El núcleo familiar, ha sido algo importante en cada ancestro, y es importante para mí. El honrar a mis antepasados, también resulta primordial, no importa lo que hayan decidido hacer, pues gracias a cada una de estas decisiones, hoy puedo ser yo y estar aquí y ahora viviendo mi sendero. Y permitiendo que mis descendientes, mis hijos, tengan su propia historia de vida.

Soy: y que aquí dejas, para que ellos tengan la posibilidad de leer tus palabras, cuando así lo requieran. Y seguramente les servirá para comprender el árbol de la vida de la que forman parte. Y estarán agradecidos de ello

Yo: así siento será.

Soy: sin duda alguna

Invito a todos a ver el video de Matias con el tema del día

Finalmente, aliento a cada uno a entablar la conversación con su propio Soy, escuchar lo que cada uno tenemos para decirnos. Nadie más que nosotros podemos resignificar nuestro propio ser

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